Networking y redes sociales: ¿cómo hacer que suceda lo que quieres?

Moverse bien, conocer a la gente indicada y generar relaciones de confianza. Pero cuidado, el networking 100% online no existe. Veamos algunos consejos útiles para un networking realmente efectivo

¿Quién no ha visto con sana envidia a aquél que siempre está en el momento preciso y lugar  indicado? Ese que logra hacer que “las cosas sucedan”: ese trabajo que uno quiere, cerrar un negocio, lograr que el banco te preste para un nuevo proyecto, conseguir clientes o simplemente estar en la zona VIP de un sitio de moda.  ¿Suerte?  ¿Toque de Midas? No necesariamente.

¿De qué sirve ser un genio habilidoso si nadie lo sabe? En el mundo laboral y empresarial, tan importante es la preparación, las habilidades y capacidades como saber relacionarse con la gente adecuada. Contactos, contactos, contactos.  Pero no cualquier contacto, sino aquél que te contesta el teléfono cuando le llamas, ese al que le pides un favor y te lo hace; aquél que no dudará en presentarte a alguien que necesitas conocer con tan sólo pedírselo.  Esos contactos no son siempre amigos íntimos, pero sí gente que confía en ti y en tus capacidades profesionales.

No es para nada un asunto de suerte, o de ser guapo, simpático y empático (lo cual también ayuda).  Hacer que esas cosas sucedan tiene mucho que ver con “moverse bien”, en definitiva conocer el arte del  “networking”, algo que se hace cada vez más necesario en un ambiente de competencia feroz.

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Con la irrupción de las redes sociales, especialmente Linked-In, muchos creen que el networking se puede hacer 100% desde Internet. FALSO. FALSO FALSO.  El networking puramente online no es networking, es una agenda de contactos con la que a veces se chatea.

¿Para qué sirve una agenda de  2.000 contactos si no podemos tirar de ellos, o no sabemos quiénes son, y lo que es peor, si ellos tampoco saben quiénes somos nosotros.  La respuesta es clara, esos contactos no sirven para nada si no desarrollamos una relación de confianza; cosa que por otro lado, es imposible hacer con  2.000 contactos. Así que por un momento, olvidémonos de fans, followers y contactos y pensemos en personas.

Primera lección para no olvidar: “las redes sociales son un instrumento para crear y desarrollar  relaciones de confianza, pero el verdadero networking se hace “offline”.

¿Cómo construir una relación de confianza con personas que están muy lejos de nuestro alcance?  Si yo tuviera la respuesta, sin duda que estaría mejor de lo que estoy. Por eso se lo pregunté a alguien que verdaderamente sabe de esto, tanto que su empresa se llama precisamente “Networking Activo”.  Los que viven en España y están en el mundo 2.0 ya saben de quién hablo: Emilio Márquez Espino,  cuyo trabajo, afición y especialidad es “conectar personas”.  Estos son algunos consejos  prácticos (nada de filosofía) que debemos tener en mente, si queremos que los esfuerzos de  networking  lleven a resultados concretos.

Networking sin objetivo no es networking, es “socialworking” 

La frase es mía. Dicho esto, tenemos que saber exactamente qué queremos y trazar una hoja de ruta para conseguirlo. Ya sé que habéis oído esto mismo  en varias ocasiones, pero no por eso deja de ser fundamental. Sin un qué no habrá un cómo ni un cuándo.  Así que lo primero que tenemos que hacer es pensar fríamente ¿qué es lo que queremos? Y a partir de allí, qué cosas tenemos que hacer para conseguirlo.

Visibilidad, generosidad, proactividad, diálogo y confianza

Estos son los ingredientes de un networking efectivo.  Y aunque suena fácil, requiere dedicarle tiempo y saber dosificar los recursos. Veamos cómo se materializa cada uno de estos ingredientes en la práctica:

  • Visibilidad

Significa darnos a conocer,  diferenciándonos de una masa anónima.  Por ejemplo, si vamos a un evento donde nos interesa conocer al ponente o a alguien en particular, deberíamos llegar media hora antes para aprovechar el rato muerto antes de la conferencia, porque probablemente después, tendremos un “enjambre” de gente que también quiere hablar con el ponente y seguramente seremos “uno más del montón”.  En cambio, si lo abordamos antes, seguramente será más proclive a conversar con nosotros en un ambiente más relajado.

Unos días antes del evento, podríamos empezar  a seguir a nuestro ponente en las redes sociales (Twitter es muy efectivo para esto) y un día antes saludarle y decirle que vamos a asistir al evento y nos gustaría conocerle.  Al momento de presentarnos, le decimos que somos la persona que le saludó en Twitter y le contamos brevemente quiénes somos (no más de 30 segundos).

Para ser visible, no necesitamos hacer grandes aspavientos, pero sí vencer la timidez e intervenir en la ronda de preguntas.  Si es la primera pregunta, tanto mejor, porque es el momento en que existe máxima atención.  Y por favor, que sea una pregunta inteligente y pertinente al tema (no debería tener que decirlo, pero a veces todo el trabajo se echa por tierra si decimos una burrada).  Cuando nos identificamos, hacemos una breve presentación (10 segundos) y mencionamos nuestro usuario de Twitter, ya que previamente nos hemos enganchado al hashtag del evento.

A posteriori, cuando el evento ha terminado, enviamos un mensaje personalizado en Twitter y Linked-In para reforzar ese acercamiento personal y abrir la posibilidad de mantenernos en contacto.

  • Generosidad:

Supone un cambio de chip, porque generalmente tenemos una visión egoísta del networking (¿qué podemos obtener nosotros de otro?)  También debemos pensar si hay algo que nosotros podamos ofrecer y si estamos en posibilidad de hacerlo.  Esto es más difícil cuando se trata de completos desconocidos, pero no debemos olvidar que un buen networking comienza entre nuestro círculo más cercano.

No nos cuesta nada hacer una recomendación sincera en Linked-In a un colega de trabajo que esté bien posicionado laboralmente  o responder cuando alguno de nuestros contactos hace una pregunta o pide ayuda.  Los grupos profesionales en Linked-In y Facebook funcionan muy bien para esto.  La generosidad también genera visibilidad, pero sobre todo agradecimiento.

  • Proactividad:

Para qué nos vamos a engañar.  Asistir a un evento para hacer networking y conocer a gente que nos interesa requiere de un tiempo de preparación. Por eso tenemos que escoger bien los eventos a los que queremos asistir y establecer un objetivo razonable de personas con las que nos interesa interactuar.   Después de esto, viene la preparación: 1) buscar información sobre el personaje (Google y redes sociales)  2) darnos a conocer sutilmente  antes del evento (lo mencionamos en el punto anterior) 3) ensayar nuestra presentación o “elevator pitch”.

  •  Diálogo y confianza

El objetivo de todos estos esfuerzos es tener la puerta abierta para que ciertas personas nos escuchen y reaccionen en el momento que les pedimos algo.  Y como hemos dicho antes, es imposible hacer esto con 2.000 contactos. Conocer y tratar personas sólo por hacerse popular en las RRSS requiere una alta inversión de tiempo y no siempre es demasiado útil.  Necesitamos  ordenar un poco la casa.

Es útil tener una lista de contactos en un nicho concreto y segmentarla en prioridades “contactos de prioridad 1, prioridad 2, etc.  Con estos contactos vamos a empezar a mantener un diálogo a través de las RRSS primero y después de un tiempo intentaremos “desvirtualizarlos” poco a poco.  También tenemos que hacerlo a la inversa. Todo contacto que hagamos offline, debemos poder llevarlo al mundo online y mantener el diálogo igualmente.  El resultado de todo esto debería ser generar una relación de confianza en el mundo offline con un número determinado de personas, que según la teoría de Dumbar, no pueden ser más de 150.

Cuidar las formas

La educación y la cortesía son características “sine qua non” para el networking y también para la vida misma.  Pero ¿qué comportamientos pueden resultar desagradables o descorteces? En el mundo del networking las buenas formas son más que vestirse adecuadamente para la ocasión, no decir groserías o llegar con tiempo a los eventos.  Hay errores que podríamos cometer y que pueden echar por tierra todos nuestros esfuerzos al generar rechazo, antipatía e incomodidad. Veamos algunos:

  1. Convertirnos en pulpos y “atrapar” a nuestra presa.  Hay que saber cuándo una conversación ha perdido interés y terminarla de forma cortés, sin alargarla demasiado para evitar que el interlocutor empiece a sentirse incómodo y con ganas de escapar.  Eso generaría una mala impresión y un mal recuerdo sobre nosotros.
  2. Abordar a alguien en un lugar inapropiado: un baño, un bar cuando está con una chica, un restaurante cuando está con su familia e incluso un ascensor.  El lugar y el momento también son importantes y dicen mucho de nosotros.  Claro está, no por esto debemos «pasar olímpicamente» y no saludar.  Un saludo rápido y cortés basta, pero lo que no podemos hacer es entrar directamente al tema que nos interesa en un lugar y momento inapropiado.
  3. Tener fotos comprometedoras en nuestros perfiles en RRSS. Una foto comprometedora no tiene por qué ser escandalosa, pero sí dar información sobre nosotros que no conviene que se vea o que nos relacionen con alguien que no ayude a nuestros objetivos. Nada de fotos en bikini, sujetando una copa con cara de juerga, o fotos demasiado personales. Y si vemos un fotógrafo en un evento, dejemos la copa a un lado para asegurarnos que ningún flash nos pille bebiendo. Se recomienda tener dos perfiles redes sociales como Facebook, uno con lo que queramos que se vea y otro con lo que vayamos a compartir con nuestro círculo más íntimo.
  4. Descuidar nuestra reputación online.  Una sana costumbre es mirar qué se dice de nosotros en Google, cada cierto tiempo. Lo deseable es que la mayoría de los resultados sean generados por nosotros (blog, redes sociales, artículos, etc.), lo que supone que nuestra reputación online está en nuestras manos, que la controlamos.
  5. Enviar solicitudes de contacto en Linked-In con el mensaje estándar.  Especialmente si no conocemos a la persona, es mejor personalizar el mensaje de solicitud de contacto (por qué te interesa estar en contacto, qué puede ganar el interlocutor) y establecer si compartimos un grupo en común o intereses similares.  La gente recuerda a quien le ha llamado por su nombre y ha diferenciado el mensaje.  También es muy útil mencionar que compartimos un grupo en Linked-In o bien, establecer que compartimos los mismos intereses y/o nos movemos en el mismo sector.

En resumen, porque ya me he extendido demasiado: el networking no es un tema de cantidad sino de calidad y esa calidad se materializa en las relaciones de confianza, que no se construyen de un día para otro. Por tanto, hay que ser paciente y constante..   Y si lo hacemos bien, aquello que queremos sucederá con toda probabilidad.

Y tú ¿cuántos de estos tips aplicas a tu networking personal? ¿Qué otros consejos darías para un networking efectivo?

Diana Campos Candanedo. Encuéntrame en:

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Recetas 2.0 con ‘Cocinario’, una nueva red social Made in Spain

Cocinario, nueva red social de Cocina, social media, redes sociales, marketing onlineEn los tiempos que corren, tener un puesto “seguro” y bien remunerado en una multinacional es un verdadero “lujo”. Cualquiera se aferraría a ese trabajo como un clavo ardiendo. Cualquiera menos Laura Ibañez, una ingeniera industrial de 39 años que prefirió dejar la zona de confort que le ofrecía un cargo  directivo en DHL y emprender una nueva aventura llamada “Cocinario”, una red social española para los amantes de la cocina, que no son chefs profesionales.

Lanzada a finales de 2012, Cocinario  es una plataforma para los que cocinan en casa y funciona como una comunidad en la que se pueden compartir recetas, trucos y comentarios,  además de votar las recetas que más nos gusten.  Es una plataforma ideal para quienes les gusta cocinar y compartir sus platos, pero que no tienen tiempo de crear un blog de cocina.

El concepto general va en la línea de Funcook  pero con la diferencia de que Cocinario está programado desde cero, es decir no es de código libre, lo cual supone que no se tiene que adaptar el contenido a lo que la tecnología ofrece, sino que permite una gran dosis de versatilidad en las funcionalidades, que se van ajustando a las necesidades y sugerencias de los usuarios.  Es una red social que se va construyendo y mejorando constantemente con las aportaciones de los usuarios, el 2.0 en el sentido más amplio.

Esto es una verdadera innovación dentro del mundo de las recetas online, porque permite ir desarrollando “sobre la marcha” nuevas funcionalidades tanto de cara al usuario final como integraciones novedosas para los anunciantes.  El diseño es limpio y agradable, recordando más a un blog especializado que a una red social al uso.

Las redes verticales, la nueva evolución 2.0

Redes profesionales como Linked-In y Viadeo están allí para recordarnos que “hay vida después de Facebook y Twitter” y una vida muy intensa.  Ciertamente, las redes sociales horizontales o generalistas tienen una penetración muy grande y son altamente populares.  No obstante, las redes verticales o de nicho como pueden ser Cocinario o Geonick permiten una mayor segmentación del público en función de criterios más cualitativos, como los gustos, aficiones y la búsqueda de una utilidad práctica muy concreta.

Prácticamente hay una o más redes sociales para cualquier gusto o afición (mascotas, amantes de las motos, aficionados a los libros, viajes, deportes, etc.) y están teniendo mucho éxito aquellas que incorporan funcionalidades de búsqueda de información, consejos y reviews (opiniones de usuarios). Este tipo de plataformas son una verdadera “mina” para ciertas marcas que saben que llegarán a un público que verdaderamente está interesado en su sector, lo cual multiplica las posibilidades de que un mensaje sea recordado.  De allí que considero que pasada la “fiebre Facebook y Twitter” el mundo 2.0 irá moviéndose a las redes de nicho.

En el caso concreto de Cocinario, su creadora sostiene que se trata de un “nicho muy amplio”, es decir que su público objetivo es muy grande, porque no se circunscribe únicamente a las personas a quienes les gusta cocinar y quieren compartir lo que saben hacer muy bien, sino también aquellos a quienes no les gusta demasiado la cocina, pero lo tienen que hacer y necesitan recetas de “gente normal” que como ellos cocinan en casa.

Monetización

Cocinario, red social de cocina, social media marketing, redes sociales, InternetEste es el verdadero quebradero de cabeza de todos los que comienzan un proyecto de las magnitudes de Cocinario. ¿Cómo lo monetizan? porque está claro que de algo hay que vivir y el proyecto debe poder ser sostenible en el medio plazo.

Cuando entré a Cocinario, me pasé un buen rato buscando la “versión Pro” (debo reconocer que soy de las que cocinan porque no les queda otro remedio, pero eso sí, lo que es comer, sí que me gusta).  Cerrado el paréntesis, continúo con mi comentario sobre el modelo de negocio.  Me parecía que la mejor opción para un proyecto de estas características era un modelo “freemium”, que es el que usa la gran mayoría de start-ups tecnológicas: se ofrecen una serie de características gratuitas y otras funcionalidades más avanzadas y completas en versión de pago.

Pero Laura Ibañez asegura que su idea es que Cocinario sea totalmente gratis para todos los usuarios y en todas sus funcionalidades.  Dicho esto, la monetización vendrá de otra fuente: la publicidad online, que está creciendo a un ritmo vertiginoso, a medida que el papel se va convirtiendo en cosa del paleolítico.

Visto así, no parece mala idea: apuntar a un público target muy segmentado, vender publicidad de nicho, patrocinios y estudios de mercado para marcas afines. Como se trata de un público tan segmentado, esa publicidad debe venderse muy bien y mucho mejor a medida que vaya creciendo la red.  En menos de cinco meses, Cocinario ya cuenta con 1.300 usuarios registrados y 500 recetas publicadas.

“Siempre prevalecerá la sencillez y usabilidad de la web, lo que supone que Cocinario tendrá poca publicidad, y que no moleste”, comenta esta ingeniera industrial de 39 años.

Una reflexión final

Ahora me permito pediros que volvamos al inicio de este post.  ¿Por qué alguien con un buen trabajo y la seguridad de un salario fijo emprende semejante aventura? ¿Y en plena crisis? La respuesta de Laura  puede ser motivo de reflexión para otro artículo:

mi principal motivación fue justamente salir de mi zona de confort… necesito los retos y esa zona de confort hacía que me encasillara. Si no me ‘desencasillaba yo, nadie lo iba a hacer por mí”.

Cuando conozco a gente como Laura Ibañez, o David García Calvo, fundador de Ouner   o Pau Jené, creador de Geonick no dejo de preguntarme ¿los emprendedores nos sacarán de la crisis?  ¡Qué bueno es que no sólo estén emprendiendo aquellos que están en paro y no les queda otra opción!  Hay en este país mucha fuerza creadora.  Estoy viendo que ahora más que nunca, Internet está siendo el vehículo para canalizar toda esta creatividad.

Emprendedores como estos tienen el potencial, la decisión y la valentía de tener ideas novedosas y llevarlas a la realidad y esta es una vía para empezar a construir cosas nuevas.  Tal vez este país necesite un poco más de “desencasillarse” de los viejos moldes que han probado con creces que no funcionan.  Desde luego no es fácil aguantar el tirón, conseguir financiación y sobrevivir hasta que el proyecto empiece a ser sostenible.  Y tú, ¿qué sugerirías a estos emprendedores para ‘aguantar el tirón’? ¿Tienes algún proyecto en mente que quieras comentar?

Diana Campos Candanedo. Encuéntrame en:

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¿Una nueva generación de redes sociales? El caso de Geonick

Un emprendedor catalán ha creado una red social donde lo importante no es la popularidad, sino encontrar gente que comparta hobbies, gustos y aficiones

Un día, Pau Jené se levantó con una idea que no paraba de rondarle la cabeza. Conocía el mundo de Internet y le pareció que no todo se había inventado. Puede que haya llegado el momento de un nuevo paradigma en el mundo de las redes sociales. Crear un espacio donde el ego y la popularidad no sean lo primero, lo segundo, lo tercero, donde no tengamos que medirnos en términos de “me gusta”, fans, retuits, menciones, etc.; donde no aparentemos lo que querríamos ser, sino que podamos mostrar una versión más real de nosotros mismos a través de nuestros gustos, aficiones e intereses. Tal vez en algún lugar alguien también comparta esos mismos gustos, intereses y aficiones. ¿Y si nos conectamos?

Esta es la filosofía de Geonick, una red social que combina la geolocalización (geo) con el respeto a la privacidad (nick) y que se define a sí misma como un “buscador de afinidades”, una herramienta social para conocer nuevas personas afines y donde un globito nos va guiando a través de un mapa personal hasta encontrar a los que comparten nuestras aficiones e intereses.

mapa GeonickTal vez por lo novedoso del concepto, debo reconocer que no entendí muy bien de qué iba hasta que creé mi “pasaporte” como le llaman al perfil en Geonick. Navegué un rato y entendí por qué Jené habla de una “slow social network”. Incluso encontré un par de potenciales amigos, algunos hasta en Latinoamérica, donde Geonick acaba de abrir sus mapas.

Porque es un concepto bastante nuevo, tanto en su filosofía como en la forma de navegación, vale la pena echar un vistazo a este vídeo-presentación.

Geolocalización, en el centro de la estrategia

Tras superar su fase beta, Geonick acaba de abrir sus mapas a todas las geografías del mundo, lanzando también su aplicación móvil, sin duda un paso natural para un servicio en el que la geolocalización es una de sus señas de identidad.

Geonick no busca posicionarse como un servicio para ligar o encontrar nuestra alma gemela en Internet, sino como una herramienta para hacer amigos en función de intereses y hobbies, encontrando vías de colaboración e intercambio entre esos amigos.  Es bastante conocido que los servicios de dating se basan en principios bastante similares a los de Geonick (afinidad, intereses) y que han tenido un gran éxito en su versión web, aunque no tanto en lo que a dispositivos móviles se refiere. De allí que parece evidente que donde un servicio de las características de Geonick podría alcanzar su máximo potencial es precisamente en la aplicación móvil.

¿Privacidad y redes sociales?

A primera vista parece que esos dos conceptos son como el agua y el aceite, pues todos sabemos que el negocio de grandes redes sociales como Facebook viene de la comercialización de la información que nosotros mismos proporcionamos, es decir, la venta a gran escala de bases de datos segmentadas por sexo, país, ciudad, aficiones y gustos con fines publicitarios.

Desde Geonick aseguran que no venden ni venderán nuestros datos personales a terceros para hacer negocio; juran que protegerán nuestra privacidad y que nuestros datos personales no estarán circulando por la red y fuera de ella. Tampoco tienen publicidad de empresas, aunque sí de particulares.

Entonces ¿cómo se monetiza Geonick? No se invierte en una red social—con la complejidad técnica que ello supone—sólo por amor al arte. Según Pau Jené, su modelo de negocio es el “fremium” de toda la vida (para que nos entendamos, el mismo que podría tener Linked-In o WordPress) y que consiste en ofrecer las funciones básicas gratis y otras más avanzadas de pago. En el mundo Geonick estos servicios Premium se denominan pasaporte explorador y cuestan  5,89€ al año. Aquí podéis ver el comparativo entre las funcionalidades de ambos pasaportes.

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Este concepto convertido en red social me ha hecho preguntarme si este lugar en Internet donde podemos ser nosotros mismos o incluso varias personas a la vez (encontrar también nuestro alter-ego en la red), donde nos prometen anonimato y privacidad ¿será acaso el punto de partida para una nueva generación de redes sociales? Habrá que seguir la pista a Geonick para ver cómo evoluciona y si la gente está preparada para este cambio de paradigma que resumen de forma tan elocuente en este manifiesto que no tiene desperdicio.

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Una buena idea no tiene precio, pero 25.000€ no vienen nada mal

Un emprendedor de Barcelona creó una oficina virtual de objetos perdidos, tuiteó la idea y ganó 25.000 euros

A veces me cuesta ver el telediario. Lo confieso, no me gusta deprimirme. Pero como buena periodista, me gana la vocación y el interés por la actualidad, aunque lo que vea no sea precisamente esperanzador. Acostumbrada a las noticias de siempre (paro, corrupción, sesiones de control—o descontrol– en el Congreso, problemas con la sanidad, educación, etc), una noticia que ya cerraba el Telediario hizo que levantara la cabeza. Un emprendedor de Barcelona tuvo la idea de crear una oficina virtual para que los que encuentran un objeto perdido puedan ponerse en contacto con el que lo perdió. Su idea ganó el concurso Tu negocio en un tweet  dotado con nada más y nada menos que 25.000 euros. ¡No está mal para empezar!

ouner.com; David Calvo Martín, emprendedores, InternetY luego pensé, ¡jo, qué buena idea! ¿Por qué no se me ocurrió a mi? Bueno, pues porque se le ocurrió antes a David Calvo Martín, creador de Ouner.com, a quien  se le encendió la bombilla leyendo una información de La Vanguardia que aseguraba que los ciudadanos cada vez devuelven más objetos que encuentran en la vía pública. El proyecto aún está en fase beta, pero pronto estará en marcha, porque ha resuelto el primer escollo que tienen los emprendedores: la financiación.

Móviles y tablets, una mina de oro

David pensó que si 32.000 objetos pasan por las oficinas de objetos perdidos de Barcelona, y el éxito en la recuperación es del 70%, ello supone que unas 22.400 personas como mínimo preguntaron por sus pertenencias. Cobrando un euro por gestión, esto aseguraría una ganancia anual sólo para la ciudad de Barcelona de 22.400 euros. Pero vayamos más allá.

Una de las cosas que más perdemos son los móviles y tablets, que por querer tenerlos siempre “a mano” terminan quedándose en cualquier sitio. Según el Estudio de Seguridad en dispositivos móviles y smartphones del Instituto de Tecnología de la Comunicación, más de 2 millones de terminales móviles fueron extraviadas en el tercer trimestre de 2011. Si solo un 2% de estos dispositivos fueran devueltos a sus dueños usando Ouner.com, las ganancias de David rondarían los 3 millones de euros. ¡Olé, olé, olé!

Lo bueno, si es breve…

La idea de negocio es tan original como el concurso en si mismo. Los participantes tenían que explicar en un solo tweet–es decir en menos de 140 caracteres– el objetivo de su negocio. La filosofía del concurso, promovido por tugestionline del BBVA viene a decir que no solo basta con tener buenas ideas, hay que saberlas vender, explicar y cuanto más breve, mejor. Sin duda, un verdadero reto y un caso de éxito en la utilización de la plataforma Twitter para un concurso de este tipo. Más de 1.000 emprendedores participaron.

El tweet de David Calvo Martín destaca por su sencillez, cercanía y porque se pone en la piel del cliente: ¿Has perdido algo? ¿Te has vuelto loco buscándolo? Ouner.com te ayuda a organizar tus cosas y si las pierdes, te ayudamos a encontralas. 

Una de las cosas buenas de la crisis es que pone a prueba nuestra capacidad de ilusionarnos, crear, producir, inventarnos y reinventarnos. Pero sobre todo, hace que algunos saquen a flote su creatividad y encuentren una idea de negocio. Puede que sea verdad que los emprendedores nos sacarán de la crisis… y muchos de ellos gracias a Internet.

David, necesitarás gestionar bien tanto éxito mediante una buena estrategia de comunicación en redes sociales y marketing online… que no es poco.

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